martes, 2 de mayo de 2017

Joaquín Vallet Rodrigo


¡Buenas, gente!!!! Estamos en una nueva entrevista para preguntas con arte, en este caso con el director Joaquín Vallet Rodrigo. ¡Hola, Joaquín! ¿Puedes presentarte tú mismo para que nuestros lectores puedan conocerte?

¡Bueno!, pues hola a todos. Soy Joaquín Vallet Rodrigo. Dirijo cortometrajes y soy crítico de cine, además de escritor. Y encantado de participar en esta entrevista.

Si alguien quiere saber más de ti, ¿dónde puede informarse?

En la web de mi productora, Producciones Caligari (http://produccionescaligari.wixsite.com/caligari-prod) aparece toda la información sobre los distintos cortometrajes que he ido realizando. También mensualmente aparece la revista "Dirigido por..." en la que trabajo como crítico y mis libros se pueden encontrar sin problemas en grandes almacenes como El Corte Inglés, la FNAC o en cualquier tienda. No es difícil seguirme la pista.

Háblanos un poco de tu carrera fílmica

Dirigí mi primer cortometraje a los dieciocho años, "Réquiem" y tuvimos la enorme suerte de conseguir el Premio Accésit en Cinema Jove un año después, en la edición de 1997. A partir de entonces, he realizado entre uno y dos cortometrajes anuales y, afortunadamente, con estupendos resultados. Todos han sido seleccionados en festivales, tanto estatales como internacionales y acumulamos ya más de una treintena de premios. Algo que, a mi particularmente, me satisface muchísimo teniendo en cuenta que jamás he tenido ningún tipo de ayuda institucional. Todos ellos se han filmado de manera independiente, con los pocos medios de los que dispongo. De hecho, el último cortometraje que he dirigido, "En el parque", protagonizado (y también codirigido) por una actriz extraordinaria, Cristina Lladosa, está filmado con teléfono móvil y está funcionando maravillosamente en festivales. Generalmente, me gusta abordar temáticas oscuras y retorcidas, con pocos personajes y tramas desarrolladas en un único espacio y disfruto muchísimo haciendo nuevas versiones de cortometrajes que ya he realizado en años anteriores. Me encanta ver cómo se puede reescribir una misma historia y cómo puede cambiar en base a la participación de nuevos actores, a los que siempre considero como el elemento creativo más importante de la producción.

¿Por qué has elegido el cortometraje como medio de expresión?

Porque es un formato para experimentar, arriesgar. Tanto narrativa, formal como conceptualmente. El cortometraje te da una enorme libertad y puedes transitar por los caminos que verdaderamente te gustan, sin estar pendiente de otros factores exógenos (distribución, salidas comerciales) que nada tienen que ver con aspectos creativos. El cortometraje te da la libertad de coger una cámara y filmar. Sin nada más. Cierto que esta línea de acción, a día de hoy, no se pone demasiado en práctica y ves cortos con subvenciones y ayudas de todo tipo y un enorme equipo técnico cuando, a lo mejor, solo se centra en una conversación entre dos personajes. Como espectador, me puede interesar el resultado. Pero como director, no. Prefiero la libertad que te da una filmación directa en la línea de Maya Deren, Joris Ivens o, ya en el largo, John Cassavetes.

¿Cuáles son tus directores favoritos, aquellos a los que tomas como referencia?

Para mi son dos cosas distintas. Por hacer una lista rápida, algunos de mis directores preferidos serían John Ford, Carl Theodor Dreyer, Orson Welles, Stanley Kubrick, Friedrich Wilhelm Murnau, Terence Fisher, Roman Polanski, Buster Keaton, Jean Renoir, Fritz Lang, Alfred Hitchcock... y varias decenas más. En cuanto a los que tomo como referencia, sobre todo, el Roman Polanski de "Repulsión", que es una de las películas de mi vida, la radicalidad conceptual de John Cassavetes, los claroscuros de las obras de Tourneur para Val Lewton o de "Suspense", de Jack Clayton que quizá sea mi película preferida.

Háblanos del proceso de realización de un cortometraje

En mi caso particular, una vez seleccionados a los actores, hay una reunión donde se analiza el guión y los personajes y se concretan las líneas a seguir (psicológicas, emocionales, etc). Después, fijamos varios días de ensayos. Este es, para mi, un aspecto trascendental, ya que el actor ya conoce todos los detalles de cada secuencia y el rodaje es mucho más cómodo. Ya en la filmación, me gusta muchísimo improvisar secuencias que complementen el trabajo realizado en los ensayos o las directrices que aparecen en el guión. No me gusta que una obra esté cerrada y marcada a lo escrito sino que esté siempre abierta. A este respecto, valoro muchísimo la implicación de los actores. Que propongan nuevas secuencias que quieran hacer porque sienten esa necesidad. La sensación de que un cortometraje se gesta y evoluciona en el momento en el que se rueda es, para mí, una de las más emocionantes que existen.

¿Te gustaría dar el salto al largometraje? ¿Cuáles son las principales dificultades para un director a la hora de dar dicho salto?

Llevo preparando un par de largometrajes desde hace mucho tiempo. Uno de ellos, "El alba rota" es el que está en un proceso algo más avanzado y, de hecho, en breve (o eso espero) lanzaremos un crowfunding para lograr financiación. Una película ya es otro tema completamente distinto. Hay unas necesidades (económicas y de infraestructura, sobre todo) que no tiene el cortometraje y has de pensar mucho más en qué sucede después. A la hora de moverlo. Ya es un terreno de gran complejidad.

¿Qué diferencias, aparte de los tiempos, hay en dirigir un corto y un largo, si es que hay alguna?

Depende del tipo de largometraje que realices. En mi caso, "El alba rota" tiene los mismos dispositivos temáticos que los cortos que he realizado. Las diferencias no vienen de ahí sino de las propias necesidades técnicas, logísticas y económicas que exponía anteriormente. A nivel general, el largometraje tiene unas necesidades comerciales que, obviamente, no tiene el formato corto. Ese es uno de los motivos por los que muchos directores de cortometrajes excelentes llevan a cabo operas primas, como mínimo, cuestionables.

¿Cuál es la parte más difícil de tu trabajo, quizás cuando una escena no queda como tú la tenías pensada?

Para mí, la parte más difícil es siempre la misma: encontrar un lugar donde rodar. Siempre es lo más difícil y lo que acaba retrasando muchísimo la filmación. Generalmente, las secuencias siempre salen como uno, más o menos, espera. Como decía anteriormente, me gusta muchísimo improvisar en el lugar, así que siempre hay soluciones cuando algo no sale como esperabas.

Háblanos ahora de “Entre paredes”, tu último cortometraje que además cuenta con Sonia Martell, a quien ya tuvimos en este blog.

"Entre paredes" es una experiencia casi al límite. Surge de otro cortometraje y Sonia le confirió un tono esotérico que varió casi completamente el argumento. Sonia es una de las grandes actrices que hay en este país y se volcó por completo en el personaje. Lo da todo y el resultado es, en verdad, soberbio. Lo estoy montando en estos momentos, degradando la imagen para acercarlo a los terrenos del cine underground de los años sesenta (algo, dicho sea de paso, que estoy disfrutando mucho y que continuaré poniendo en práctica en otros cortometrajes). Espero que esté terminado a finales de junio para empezar a moverlo inmediatamente.

Cambiando de tercio, ¿cómo ves la industria del cine actual?

Estamos en un momento muy complicado ya que se están llevando a cabo muchos cambios y todos ellos a gran velocidad. Sí es cierto que el cine ha sido, por su propia naturaleza técnica, un arte cambiante. Pero también lo es el hecho de que todos los cambios que ha ido experimentando a lo largo de las décadas (el paso del mudo al sonoro, los cambios de formato, etc) se han producido de manera interna pero manteniendo, más o menos, unos estándares de distribución básicos. Ahora todo eso está en cuestión. Y cineastas tan importantes como Scorsese, por ejemplo, han anunciado que su siguiente película se verá en exclusiva en la plataforma Netflix. De esta manera, todo parece anunciar un giro radical en la manera de concebir el cine. Aunque todavía desconocemos dónde nos va a llevar todo ello.

¿Crees, como muchos dicen, que la filosofía de Hollywood ha cambiado y que se producen demasiados éxitos de consumo inmediato en lugar de películas destinadas a perdurar en el tiempo?

El estado en el que se encuentra el cine estadounidense es extraordinariamente preocupante. Pero no lo es por la voluntad de “fabricar” éxitos. Cineastas del tamaño de John Ford, Howard Hawks, Raoul Walsh o Alfred Hitchcock realizaban sus películas con evidentes miras comerciales. El problema viene cuando quienes tienen que tomar determinadas decisiones no tienen la menor idea de qué es el cine. En los grandes años del cine estadounidense, los responsables de los estudios eran prácticamente cineastas, poseedores de una visión netamente artística de su profesión. Ahora son ejecutivos que no han visto ninguna película anterior a “La guerra de las galaxias”. Y lo mismo pasa con los directores que realizan estas películas. Así que el problema no está en la búsqueda de comercialidad sino en el absoluto desconocimiento de la historia del medio en el que trabajas.

Y barriendo para casa, ¿qué opinas del cine español actual? ¿Crees que la televisión es el refugio del actor joven?

No veo series de televisión, ni españolas ni de cualquier otra nacionalidad. En todo caso, sí es cierto que muchos actores jóvenes consiguen visibilidad en base a estas series. Algo que puede ser un arma de doble filo, ya que puede generar encasillamiento y que el público solo les recuerde por un papel en concreto. En cuanto al cine español actual, no hay demasiada diferencia al de hace unas décadas: una industria inexistente, corruptelas en las subvenciones, nepotismo, nula capacidad de riesgo, tratamiento vergonzoso hacia determinados sectores del medio (los actores)… puntualmente, buen cine. Muy excepcionalmente, gran cine. Y, en la mayoría de ocasiones, mal cine.

Ya terminando, ¿esta entrevista te ha parecido divertida o aburrida?

Pues muy entretenida, la verdad.

Y ya para terminar, ¿puedes mandar un saludo a nuestros lectores?

Un saludo a los que hayan tenido la paciencia y valentía de llegar hasta aquí.

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