Muy buenas a todos!!!!!! Estamos en
una nueva entrevista para Preguntas con arte, en este caso con la
escritora Laura Campos. ¡Hola, Laura! ¿Podrías presentarte tú
misma para que nuestros lectores puedan conocerte?
No se me dan muy bien las
presentaciones, pero lo intentaré. Como ya has dicho me llamo Laura
Campos, tengo 25 años y desde muy pequeña las letras han sido mi
pasión. Al principio, por circunstancias, la lectura fue un modo de
evasión y más tarde también lo fue crear historias. Hoy en día
intento que también sea mi trabajo, aunque ya sabes lo que dicen,
busca un trabajo que te guste y no deberás trabajar un solo día de
tu vida. Por ahora sí lo hago, compagino mi pasión con mi trabajo
en una residencia de ancianos. Puede parecer que no, pero la
experiencia de los más mayores, también es una buena fuente de
inspiración.
Si alguien quiere saber más de ti,
¿dónde debe acudir?
A mí. Es broma. Sí, lo sé, chiste
malo… Pues tengo varias páginas en las que conocerme un poco más
y, por supuesto, en las redes sociales.
En tu biografía te defines como
escritora polifacética, ¿cuáles son los géneros que cultivas?
La verdad es que me siento muy cómoda
con la fantasía, pero también he experimentado con algo de ciencia
ficción, romance y novela negra. Me gusta ir probando cosas nuevas y
mezclar elementos que me puedan parecer interesantes. Tengo libros
que no tienen nada que ver entre sí, por ejemplo Galemith, novela
juvenil, nada tiene que ver con Confesión, una obra bastante más
oscura con contenido más adulto…
Hablemos ahora de tus obras,
empecemos por “Una de zombis y piratas”. Cuéntanos un poco de
qué va.
Y he aquí una de mis combinaciones
interesantes, ¡jajaja! Debo decir que esta historia empezó para
saciar un poco mis ganas de escribir algo de zombis… Sí, soy una
fanática de los muertos vivientes. Pero claro, me apetecía hacer
algo diferente, así que… ¿por qué no crear una horda zombi en un
mundo imaginario? Y es más, ¿por qué no meter piratas? Otra de mis
grandes pasiones… Así pues la historia empieza con una tripulación
pirata a la que no cesan de llegarles mensajes en botella, en todos
ellos se habla de los muertos que se levantan, de alguna clase de
brujería… Drake, el capitán, decide que deben ir a tierra, a ver
si todo eso es cierto. Lo que pasa es que la muerte llega antes a su
navío y muy pronto se ve metido de lleno en ese follón. Más
adelante descubrirán que no sólo son muertos que se levantan, sino
que hay intenciones más oscuras detrás de esa propagación. Por
supuesto en su viaje para desentrañar el misterio, ya que, al
parecer, no todos los mordidos se convierten en meros zombis… ¿En
qué se convierten? Pues eso habrá que buscarlo entre las páginas,
¿no? Hacer spoilers está muy mal visto… :D
Háblanos un poco sobre Drake, su
protagonista.
Bien, Drake es un muchacho que acabó
en el mar huyendo de una vida que no le gustaba nada. Vamos, que como
en el ideal romántico, ansiaba libertad. Muy joven se convierte en
el capitán y guía a su tripulación a los tesoros más codiciados.
Es bastante avaricioso, irreverente y despreocupado, pero también
tiene virtudes, a pesar de todo, es valiente y honesto, al menos en
parte. Lo que más destaca en él, creo yo, es la lealtad que muestra
hacia sus amigos. A pesar de que no se considera un héroe, el viaje
que van siguiendo le dota de un sentido de la justicia que lo hará
convertirse en una de las claves para desentrañar el misterio que ha
llenado al mundo de muerte.
Sigamos ahora con otra de tus obras,
“Besos de sangre. Confesión”. ¿Cuál es su argumento?
Besos de sangre es una tetralogía.
Confesión, su primer tomo, narra la historia de un asesino en serie
que ha dedicado toda su vida a la muerte, como si fuera su más fiel
amante le ha ido entregando a sus víctimas como trofeos. Para él,
matar es una forma de vida y es la esencia de sus días. Una vez en
el corredor de la muerte le cuenta su historia a un párroco, pese a
que no cree en fuerzas superiores y no quiere una absolución.
Paralelo al relato de Lawrence, aparece el policía que investigó su
caso, que duró años y cómo su vida se va trastocando a medida que
avanza.
En realidad, esta historia oculta una
parte sobrenatural y oscura que se va dejando ver en los siguientes
tomos.
Lo que más llama la atención es
que su protagonista es Lawrence Lambert, un asesino en serie. ¿Qué
debemos saber de este personaje?
No le vais a coger cariño, eso seguro.
Es un personaje sincero hasta el extremo y, para mí, malo no sería
una definición del todo adecuada. Lo que él repite mucho e insiste
en demostrar, es que ha vivido para hacer lo que más le gusta, que
en este caso es matar. Y ahora me diréis, ¿cómo puedes decir que
este tipo no es malo? Sinceramente, no me gusta enclaustrar a los
personajes en roles de buenos o malos, aunque reconozco que la maldad
es necesaria para que cualquier historia avance.
¿Te inspiraste en algún asesino o
asesinos reales para crearlo? ¿En cuáles?
Primero de todo, debo decir que soy una
fanática de programas del tipo crímenes imperfectos. Estuve
investigando durante bastante tiempo asesinos en serie a lo largo de
la historia y el que más me llamó la atención, fue Albert Fish
(Fish, el abuelo), aunque Lawrence no se parece a él en muchas
cosas, sí lo hace en el modo de ver la muerte. Se dice que Fish,
antes de morir en la silla eléctrica, dijo algo como que aquello iba
a ser la experiencia máxima de su vida. Al fin y al cabo, era la
única muerte que le quedaba por experimentar.
Y sigamos con “Galemith”, la
primera de una tetralogía de fantasía. ¿De qué va?
Galemith narras las aventuras de
Eberhard, un joven criado en las montañas que apenas ha vivido en
sociedad. Debe bajar al poblado, para reponer provisiones, por una
gran nevada y allí, por su inexperiencia con la gente, acaba metido
en la cárcel. Allí es donde conoce a Gelenk y Verck, dos peculiares
miembros de La Resistencia, que le ayudan a escapar y lo unen a su
guerra. La Resistencia es una organización creada para luchar contra
un injusto rey, que pretende exterminar todo cuánto encuentre a su
paso para extender su poder, aunque lo que deba eliminar sean razas
enteras. Los l’zeit, son los que más han sufrido los estragos y el
grupo de Eber se convertirá en el encargado de proteger a la última
de su raza.
Su protagonista es un joven llamado
Eberhard. ¿Cómo es?
Es un personaje torpe, sin muchas
luces, no es el héroe al que acostumbramos a ver. Les meterá en más
de un lío a todos, hablando cuando no debe o diciendo cosas que no
son correctas. Creo que es uno de los personajes que más evoluciona
a lo largo de la saga, comprendiendo que más allá de sus montañas
había todo un mundo que desconocía. Razas, costumbres y, cómo no,
emociones que le habían pasado desapercibidas hasta el momento y que
le harán cambiar y crecer. Más que cambiar, creo que todo ello le
ayuda a sacar lo que en realidad hay en su interior, porque, como es
lógico, no todo van a ser defectos, también tiene virtudes. Es
valiente, arriesgado, aunque, a veces, quizá deba decir que es más
bien imprudente ¡jajajaja!
Estás preparando un cuarto título,
“Pesadillas, pasiones y otros menesteres”. Adelántanos un poco
de qué va a ir.
Este cuarto título lo he dejado a un
lado por ahora, la verdad, me he centrado en una historia titulada
Hazey Valley, que mezcla algo de temas sobrenaturales, un poco de
terror y misterio… Es algo particular. Además, como buena
escritora desordenada que soy, lo sé, no debería, pero… He
empezado a reescribir una saga de fantasía que empecé con quince
años y que abandoné porque, en el segundo tomo, mi ordenador
decidió eliminarlo todo. Por cierto, que gracias a eso, para
desconectar del trauma, empecé con Galemith
Vemos que, por ahora, tus títulos
se engloban dentro de la literatura de género. Explícanos qué es
exactamente este tipo de literatura.
La literatura de género engloba un
poco lo que se suele leer hoy en día, novelas para entretenerse y
evadirse, e incluye fantasía, ciencia ficción, terror, policíaca,
género negro, romántica, erótica…
¿Crees que saldrás alguna vez de
la literatura de género? ¿Quizás “Pesadillas, pasiones y otros
menesteres” pretende romper un poco con tus registros habituales?
Pues no lo sé, yo principalmente
escribo para mí, para entretenerme y dejar que lo que llevo dentro
vaya saliendo, no puedo evitar escribir, es algo que va conmigo. Lo
voy a seguir haciendo, pase lo que pase, y si un día me apetece
salir de la literatura de género, quizá lo haga. No me gusta
estancarme, aunque de momento me muevo bien en este tipo de obras.
Pesadillas, pasiones y otros menesteres iba a ser una historia de
ciencia ficción y romance, pero por ahora, como ya he dicho, la
tengo aparcada a un lado…
Una cosa que tienen en común sus
obras es la longitud de sus títulos. ¿A qué se debe que pongas
títulos tan largos?
No me había fijado demasiado hasta
ahora en este detalle. Quizá se deba a que me cuesta elegir mucho
los títulos de mis obras, a veces empiezo sin saber cómo terminará
llamándose, muy pocas veces pongo el nombre antes.
Ya terminando, ¿esta entrevista te
ha parecido divertida o aburrida?
Divertida, por supuesto, además, la
última pregunta me ha hecho pensar… Siempre es genial contestar a
preguntas sobre las propias obras, en general, por lo menos a mí, a
los escritores nos cuesta hablar de algo que nos apasiona tanto sin
sentirnos un poco pesados. Porque una vez empezamos, puede ser que no
veamos el momento de callar y quizá abrumemos al otro con nuestras
divagaciones que, por cierto, pueden ser muchas. Muchas gracias por
la entrevista, ha sido un verdadero placer y una forma agradable de
pasar el tiempo.
Y ya para terminar, ¿puedes mandar
un saludo a nuestros lectores?
Claro, un saludo y un abrazo muy fuerte
para todos. Espero que hayáis disfrutado de la entrevista y, si os
animáis, también disfrutéis con mis historias. ¡¡Gracias!!