Buenas a todos, estamos en Preguntas con arte con la escritora de
literatura erótica Paty C. Marín, una joven autora que poco a poco
va abriéndose camino. Hola, Paty, para empezar, ¿podrías
presentarte para la gente que no te conoce?
¡Hola! Pues soy Patricia, y me dedico a escribir desde hace catorce
años. Tengo un blog de relatos eróticos desde hace cinco, dónde
escribo historias románticas y de todo tipo, manteniendo siempre la
filosofía de que las cosas eróticas son cosas íntimas. Por eso mi
blog se llama Cuentos íntimos y son historias de pasiones secretas
dónde los amantes se entregan a la lujuria sin medida.
Hazte un poco de publicidad, si alguien quiere contactar contigo
para publicar uno de tus libros o saber de ti, ¿dónde puede
dirigirse?
Pues tiene muchas formas. Dirijo mi imperio desde casa, o sea, desde
Cuentos íntimos. El blog tiene un perfil en Facebook, igual que yo
tengo el mío como autora y otro personal para decir tonterías y
quejarme de las malas reseñas que la gente me hace de forma injusta.
También estoy en Twitter y en Tumblr. El que no me encuentre es
porque no quiere :D
Según tu biografía, eres ingeniera de telecomunicaciones...
¿cómo acaba un teleco escribiendo literatura erótica? ¿Hay mucha
tensión sexual entre micrófonos?
En absoluto. Es curioso que me preguntes por micrófonos y no por
satélites o algo así, recuerdo que en la parte de atrás de mis
apuntes de electroacústica tenía párrafos escritos con dibujos.
Siempre he sido una persona fantasiosa, que le gusta imaginar mundos
más allá de este. Por eso me
aficioné también a los juegos de rol y de mesa, videojuegos estilo
rpg, cómics y manga. El pack completo, vamos. A partir de ahí, lo
que lees y juegas se queda corto y hay que sacar la creatividad
por algún lado. Como casi todo el mundo empecé escribiendo
fantasía, pero como soy una tonta romántica, al final mis
personajes acababan enamorándose de forma trágica y dramática.
Luego, con la necesidad de expresar esas emociones, descubrí que lo
erótico me ofrecía la posibilidad de desnudar los sentimientos de
los personajes. Así que tiré por ese camino.
También lo hice un poco como reivindicación por un género un
poquito maltratado y mal visto. ¿Por qué escribir como un guerrero
parte cabezas con su espada a dos manos está bien, pero escribir el
tórrido romance entre una hechicera y su compañero de academia?
¿Violencia sí, pero sexo y amor, no?
Ahora mismo parece haber un “boom” de la literatura erótica,
con 50 sombras de Grey a la cabeza, ¿en qué medida os
ha beneficiado a los autores de este género en general? ¿Qué crees
que pasará cuando esta moda pase, os iréis todos al paro, tendréis
que cambiar de género...?
Es una pregunta difícil para mí. Ha sido beneficioso para muchas
autoras que ya escribían erótica antes de la explosión, se las ha
reconocido y han ganado respeto. Pero, desde mi punto de vista, este
boom ha devaluado completamente el género y el mercado está
saturado. Las editoriales publican más novelas eróticas que antes,
eso está claro. Pero no es erótica de calidad, sino productos de
venta rápida, dónde solo se ven largas narraciones de malabares
sexuales y poco más.
En teoría, todos los gurús de la mercadotecnia aseguran que el
mercado se regulará por sí mismo en algún momento, pero me
preocupa dónde nos dejará eso, el nivel narrativo de hoy en día no
acaba de gustarme. Eso no quita que haya grandísimas autoras que,
con esta saturación, acaban ensombrecidas por las grandes apuestas
editoriales.
Hablando de 50 sombras..., ¿crees que este tipo de
literatura, donde se muestra un hombre dominante que controla a una
joven sumisa, puede ser dañina para mentes poco preparadas, que haya
adolescentes que se vean afectados/as por obras como esta, más
cuando se convierten en best sellers?
¿Sabes que pasa? Que esa no es la historia que venden en la novela.
No se trata de un hombre dominante ni de una joven sumisa. De hecho,
lo de menos es la parte erótica, que para mí, no la hay. El
problema de la novela es que sus personajes, además de ser planos,
no reflejan en verdad una relación de dominante y sumisa, mucho más
rica, sana y compleja de lo que se plantea en esa trilogía.
El protagonista es un celoso controlador e inmaduro y todo está
escrito desde el punto de vista de la protagonista, que lo idealiza y
justifica su comportamiento, perdonándolo porque tuvo una infancia
dura. Si el protagonista no tuviera los millones que tiene, su
comportamiento habría sido el de un maltratador y acosador de
manual, pero aderezándolo con la erótica del poder, se planteó el
culebrón perfecto. La imagen es muy dañina y no da un mensaje
claro. Los celos no son amor.
Y sí, me parece muy peligroso que lo lean adolescentes, primero
porque no es para ellos y segundo porque no están preparados para
entender bien el mensaje erróneo que se da. Además de que la
calidad de la novela tiene una capacidad compresión lectora de
guardería, y eso también es un problema, porque es el nivel en el
que se miden ahora los best-seller de este tipo.
Cuéntanos en qué consiste una novela erótica, porque seguro que
no es lo que mucha gente piensa...
Es muy fácil. De todos modos, este es mi punto de vista. Luego está
el punto de vista del público en general y el de las editoriales. En
una novela erótica, o al menos las que yo escribo, la relación que
se establece entre los personajes nace de una atracción. A partir de
ahí, el desarrollo de la historia se basa en el desarrollo erótico
de esa pareja, de forma que la trama principal sea la evolución
emocional de los protagonistas a través de las experiencias erótico
festivas que tienen.
Esta es la idea de base. Pero existen muchas formas de escribir
erótica, y no solo describiendo y narrando sexo a tutiplén. A mí
me gusta atravesar a los personajes por intensos caminos de
sensualidad y hedonismo, luego dejo que se abracen y se besen y por
último, expongo sus miedos y sus anhelos, para que los descubran.
También hay historias en las que una pareja tiene un romance y se
adereza con escenas de cama. Es lo que yo llamo una novela con extra
de sexo (como las pizzas), porque la trama principal no es su
relación erótica, sino cualquier otra cosa. Surge el sexo como
surge en cualquier historia, ya sea de fantasía, de ciencia ficción
o de terror, porque forma parte de la vida.
¿Cuál es la diferencia entre erotismo y pornografía en la
literatura? ¿Dónde está el límite?
Yo diría que el límite está en el vocabulario. Se dice que la
pornografía es mostrar, mientras que el erotismo es insinuar. Y es
verdad. Pero, ¿cómo insinúas una escena de cama? Pues mediante el
lenguaje.
Me niego a usar metáforas absurdas para referirme a un pene, pero
también me niego a usar palabras groseras como coño. Y no es
porque me de reparo usarlas, es que para que un texto sea erótico
tiene que tener una coherencia. No podemos empezar escribiendo de
forma poética y cargarnos el efecto dramático porque usamos una
polla en mitad de la narración. ¿He dicho polla? ¿A qué molesta
cuando la lees varias veces? ¿A qué no tiene ningún sentido que la
repita?
Pues con esto quiero decir que escribir erótica no es poner una
polla al lado de un coño, es hacer sentir algo al lector usando la
herramienta del escritor: las palabras. Es ponerlo en situación,
hacer que se le acelere el corazón y se quede enganchado, que
continúe leyendo para descubrir si los amantes llegarán o no al
orgasmo.
De todos modos, se puede ser muy pornográfico sin decir ni una mala
palabra, igual que se puede ser erótico usando palabras groseras.
Ahí está la gracia de ser un escritor de novela erótica, en saber
cuándo hay que poner una cosa y cuándo otra.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Principalmente, cine y televisión. También las novelas que leo, las
series, los juegos de rol, videojuegos, cómics… Cualquier cosa que
me motive.
Cuando encaras una novela, ¿en qué piensas primero, en el
argumento o en las escenas eróticas? ¿Sobre qué cimentas tus
obras?
Suelo pensar siempre en el romance. Qué pasaría si este personaje
con este carácter, conociera a este otro personaje con este otro
carácter. Luego pienso ¿cómo han llegado estos dos —o estos
tres— hasta ahí? También pienso en una idea de base: una historia
de superación personal, una historia de descubrimiento, una historia
de perdón, una historia sobre los misterios de una iglesia
templaria… También planteo historias en base al tipo de relación
que pueden establecer los protagonistas. Por ejemplo, si quiero
contar una historia entre un hombre dominante y una mujer sumisa,
planteo la historia sabiendo lo que harán en la cama.
Las escenas eróticas siempre vienen después, antes tengo que saber
cómo son los personajes para ponerlos a la faena.
¿Has
pensado alguna vez abordar otros géneros? Y si es así, ¿cuáles?
Si alguna vez escribiera otra cosa que no fuese romántica o erótica,
sería fantasía. Quizá, ciencia ficción. Pero principalmente,
fantasía. He crecido con ella. Un tipo de fantasía clásica, con su
mundo mágico y esas cosillas.
Dado el tipo de literatura que escribes, seguro que en las firmas
de libros te habrá pasado más de una anécdota divertida, ¿nos
puedes contar alguna?
Pues… lo más raro que me han preguntado es si a la hora de
escribir, me excitaba leyendo mis propios escritos. La verdad es que
estoy tan centrada que no me doy cuenta de eso, escribir es un
proceso muy racional. Y aunque el pasaje sea emocionante, da igual
que se esté escribiendo sexo o una reconciliación amorosa en el
desenlace la novela, se te eriza el vello igual.
Entre tu bibliografía vemos un par de librojuegos. ¿Qué
diferencias has encontrado entre escribir novela y librojuego? ¿De
dónde viene tu afición a este tipo de obras?
El librojuego es muy, muy complicado. La parte buena, es que como
escritora no tengo límites, puedo desarrollar todas las
posibilidades que se me ocurran. La parte mala, es que hay cosas que
solo pueden solucionarse de una manera y a veces es muy complicado
seguir por uno de los caminos abiertos.
La novela te limita, sí. Pero es más cómoda y no frustra tanto
como un librojuego. En la novela puedes desarrollar más y explicar
más cosas, en los librojuegos, mucha gente se ha quejado de que los
personajes son muy simples. No todo el mundo es capaz de entender la
complejidad de un esquema de un librojuego.
Hasta ahora, los librojuegos han sido asociados con el público
infantil, claramente esta tendencia está cambiando. ¿Crees que el
librojuego será aceptado algún día como forma de literatura seria?
Si las editoriales aceptaran ese tipo de libros, estoy segura de que
sí. Incluso si elaboraran un plan de marketing al estilo 50 sombras.
Pero es difícil, muchos lectores son cómodos y obligarles a decidir
puede suponerles una presión cuando lo único que quieren es leer
sin tener que pensar. Además, por lo visto, tampoco es fácil que la
gente entienda como se lee un librojuego, hay lectoras que me han
dicho que no han entendido nada de la historia, porque lo han leído
todo seguido.
Ya
terminando, ¿esta entrevista te ha parecido divertida o aburrida?
Entretenida… No, a ver, agradezco que no me preguntes si practico
todo lo que escribo. La respuesta sigue siendo no xD
Ja,
ja, ja. Y por último, ¿podrías mandar un saludo a nuestros
lectores?
Por poder puedo. ¡Hola! De paso les mando también una advertencia,
no dejan de decirme que lo que escribo es demasiado erótico, así
que tened cuidado. Y que si os gustan las historias, por favor, por
favor, dejadme un comentario. Mi autoestima os lo va a agradecer un
montón :)
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