¡Buenas, lectores!
Estamos en una nueva entrevista para Entretanto Magazine y Preguntas
con arte, en este caso con el escritor Nathan W. Albright. ¡Hola,
Nathan! ¿Puedes presentarte tú mismo para que nuestros lectores
puedan conocerte?
¡Hola! Ante todo, muchas
gracias por esta entrevista. Soy Nathan W. Albright y el mundo tuvo
la mala suerte de que yo naciera en 1985. Me gustan los placeres
sencillos de la vida, el arte en todas sus vertientes y, por encima
de todo, la naturaleza. Disfruto con los días nublados, el frío y
la lluvia.
Si alguien quiere
saber más de ti, ¿dónde puede informarse?
Soy una persona muy
activa en las redes sociales y se me puede encontrar con facilidad.
Dispongo de Facebook, Instagram y Twitter (@nathanwalbright es mi
nombre de usuario para todas mis cuentas), y pronto me abriré a
otras plataformas como Goodreads. Estoy especialmente activo en
Facebook, donde para mi sorpresa he conseguido cosechar hasta la
fecha más de 30.000 seguidores. También tendré disponible una
página web en breve.
Empecemos hablando un
poco de ti. ¿De dónde viene tu seudónimo, Nathan W. Albright?
Pues mi seudónimo es una
mezcla de varias cosas que me han acompañado desde la niñez.
«Nathan» viene de Nathaniel, el protagonista de mi relato favorito
de H. P. Lovecraft, En la noche de los tiempos… aunque
también podría venir de Nathan Drake, el protagonista de la saga de
videojuegos Uncharted, a la que tengo muchísimo cariño; la
W. es una abreviatura de Wills, uno de los nombres de Oscar Wilde,
escritor que admiro profundamente (su nombre de nacimiento era Oscar
Fingal O’Flahertie Wills Wilde); y «Albright» es por Mary
Albright, un personaje de mi serie de televisión favorita, Cosas
de marcianos.
¿Desde cuándo
escribes? ¿Cómo descubriste tu vocación?
He escrito desde pequeño,
aunque lo de sentarme a escribir de forma seria y con vistas a
publicar comenzó en 2012. Por extraño o absurdo que pueda parecer,
no escribo por vocación. Tengo muy pocas virtudes, pero una de ellas
es que soy una persona muy creativa. Me encanta crear todo tipo de
cosas, ir más allá de los límites de la imaginación. Concebir
mundos, personajes, situaciones, nudos, desenlaces… No me importa
la plataforma a usar: si es cine, literatura, teatro, videojuego, o
lo que sea. El caso es desarrollar cualquier historia que salga de mi
cabeza y darle una forma tangible para el público. Si me decanté
por la escritura fue porque tenía una historia que quería contarle
al mundo, y la forma más fácil (y sobre todo económica) que se me
ocurrió de hacerlo fue la literatura. Y así fue como empecé a
escribir.
Eres escritor de
terror. ¿Por qué has elegido este género?
Todo comenzó cuando yo
tenía unos seis o siete años. Un día, mi hermano mediano, al que
admiraba por todo lo que me enseñaba, me tendió el libro «Los
Mitos de Cthulhu». Recuerdo que no podía dejar de leerlo, y que por
las noches me sumergía en sus páginas a la luz de una linterna. Era
divertido, era como un capricho que me daba a mí mismo. Me
encantaba. Mi hermano mayor también aportó su grano de arena: él
estaba estudiando medicina, y gracias a ello tuve acceso a
conocimientos y pude contemplar ciertas cosas que de otro modo no
habría podido aprender ni ver jamás. Todo esto dejó una huella muy
profunda en mí e hizo que desde entonces no pudiera separarme del
género del terror. Debo confesar que a lo largo de la infancia
llegué a extremos que a los demás les parecían preocupantes:
momificaba y enterraba a pájaros muertos que encontraba (supongo que
mi pasión por Egipto tuvo algo que ver con eso), encontraba paz y
regocijo paseando por los cementerios, me fascinaban los santos, las
iglesias y las criptas, me recreaba en los distintos estadios de la
muerte cuando tenía la oportunidad… y otras cosas más oscuras que
no me atrevo a revelar aún. De cualquier manera, para mí el terror
es como un lienzo en blanco, y yo tengo a mano el pincel, los colores
y las ideas.
Vamos ahora a hablar
de tu obra. Empecemos por «Ojo por ojo y diente por
diente», relato incluido en la primera antología de
relatos del blog Castle Rock Asylum. Cuéntanos de qué va.
La historia de «Ojo por
ojo y diente por diente» transcurre en un manicomio llamado Castle
Rock. Quise que el motor de este relato fuera la venganza: un fuerte
e insaciable deseo de venganza. La venganza es una bestia que puede
crecer hasta volverse gigantesca e incontrolable. ¿Hasta dónde se
está dispuesto a llegar por venganza? Si no se detiene, puede
convertirse en algo muy peligroso capaz de afectar a muchísimas
personas. Mi costumbre a la hora de escribir ha sido siempre la de
realizar un viaje por los sentimientos más insondables del ser
humano, y con este relato no he hecho una excepción. Mis textos
están muy marcados por lo personal, lo íntimo, lo psicológico.
Para mí es un placer hurgar en las mentes de los personajes y sacar
a la luz sus emociones, y cuanto más inconfesables, mezquinas y
desgarradoras sean mejor. En «Ojo por ojo y diente por diente» el
protagonista sufre sin medida por la pérdida de su mujer, y hay
quien se aprovecha de ese sufrimiento extremo para satisfacer sus
propios deseos. Repugnante y hermoso.
¿Qué sentiste cuando
supiste que habías sido elegido para participar en esta antología?
Fue una gran alegría.
Era la primera vez que presentaba un texto a una convocatoria
literaria, y que te salga algo bien a la primera siempre sienta bien.
No solo me animó a continuar escribiendo: también me sirvió para
descubrir a maravillosos autores que no conocía y hacer nuevas
amistades. Y eso es muy bonito. Salí ganando en muchos sentidos,
desde luego. Y todo gracias a Yaiza, mi agente literaria, que fue
quien me recomendó intentarlo.
Sigamos ahora con tu
primera novela: «Blackforest: El secreto de la estirpe
abominable». Explícanos su argumento.
Siempre me ha resultado
un poco difícil explicar el argumento de mi primer libro, porque es
una historia compleja que se inicia en 1931 y se prolonga durante
varias décadas, y además es muy intensa: suceden muchas cosas a la
vez. Pero si tuviera que explicar el argumento de manera muy
resumida, podría empezar diciendo que la historia de «Blackforest:
El secreto de la estirpe abominable» tiene lugar en un condado
ficticio llamado Blackforest. Es un sitio con muy mala fama, conocido
por los sucesos inquietantes que ocurren dentro de sus fronteras,
algunos de una naturaleza claramente paranormal. Hay un grupo
religioso que opera en la clandestinidad y se dedica, según sus
miembros, a «purgar la humanidad y deshacerse de todo aquello que la
pervierte». Su nombre real es desconocido, pero se le conoce como
«la Orden». Este grupo es muy poderoso y está presente en todas
las esferas de la sociedad: profesores, jueces, policías,
periodistas, políticos, médicos… En esta historia el protagonismo
recaerá sobre los Holloway, una familia acomodada y muy antigua que
parece guardar algún tipo de relación con la Orden. Habrá
fenómenos paranormales y crímenes muy truculentos.
La novela está
protagonizada por una familia, los Holloway. Háblanos de sus
miembros.
Los Holloway son una
poderosa e influyente familia que vive en Abbeyton, un pueblecito
costero situado en el nordeste del condado de Blackforest. Consta de
seis miembros: un matrimonio, tres hijas y un hijo. Desde el
principio de la historia, los Holloway dan mucho de qué hablar en el
pueblo: el cabeza de familia maltrata a su mujer y sus hijos, y éstos
a su vez sufren acoso escolar en el colegio. A pesar de su elevada
posición social, los Holloway se van apartando de la vida pública
poco a poco, hasta el punto de aislarse del mundo casi por completo.
Algunos se parecen por cuestiones genéticas, pero en general tienen
personalidades muy distintas entre sí, lo que hace que surjan
conflictos constantes entre ellos. Llevan una vida muy triste, y eso
se siente a lo largo de todo el libro.
Blackforest es un
condado situado en Gran Bretaña. Háblanos un poco de él, y de paso
contéstanos a dos preguntas: ¿por qué un condado y por qué en
Gran Bretaña?
El condado de Blackforest
es uno de esos lugares remotos donde abundan las leyendas. Sus
hermosos paisajes solían atraer a muchos visitantes, pero los
rumores sobre desapariciones, muertes y otros sucesos horribles que
acontecieron allí provocaron que el turismo cayera en picado. ¿Por
qué un condado? En un primer momento tenía pensado que solo fuese
una ciudad, pero al poco tiempo, y a pesar de que con eso ya hay
material suficiente para crear todas las historias que quieras, me di
cuenta de que una superficie más grande me otorgaría aún más
variedad y libertad. Se convirtió en un condado con mar, montañas,
bosques, lagos, ríos, pantanos, campiñas, pueblos e incluso una
ciudad de gran tamaño… Imagínate las posibilidades que ofrece
todo eso. ¿Por qué en Gran Bretaña? Pues la verdad es que en un
principio Blackforest iba a situarse en algún lugar de Nueva
Inglaterra, pero hubo tres razones que me hicieron cambiar de
opinión. En primer lugar, Gran Bretaña me parecía una localización
un poco más original que Estados Unidos. En segundo lugar, este
territorio me permitía incluir sitios con encanto medieval, cosa que
en Estados Unidos me resultaba imposible porque es una nación
relativamente reciente. Y en tercer y último lugar, una razón muy
simple: el mar que baña Blackforest siempre ha estado en el norte, y
si ubicaba el condado en Nueva Inglaterra tenía que rotar el mapa
para que el mar quedara al este. Y no quería hacer eso.
«Blackforest:
El secreto de la estirpe abominable» es solo la
primera de una serie de novelas situadas en el condado de
Blackforest. ¿Puedes adelantarnos algo de la segunda?
Aunque de entrada los
libros de Blackforest no van a tener relación argumental entre sí,
es probable que la segunda novela sí sea una continuación de la
primera. La trama de «Blackforest: El secreto de la estirpe
abominable» es autoconclusiva y todo queda bien atado al final, pero
se dejó una grieta abierta por la que puede filtrarse el mal. Y lo
hará. Nuestros actos tienen siempre consecuencias, y nuestro pasado
puede regresar para atormentarnos una vez más. Pero vamos, que todo
depende de la recepción que tenga este primer libro. Si al público
le queda un buen sabor de boca con los Holloway, escribiré esa
continuación; si no, comenzaré una nueva historia. En Blackforest
aún hay muchos asuntos misteriosos por resolver.
Y fuera de
Blackforest, ¿qué proyectos tienes? ¿Puedes hablarnos de alguno?
Lo cierto es que tengo
muchas ideas en la cabeza, pero escribo tan despacio que todavía son
demasiado lejanas como para tomarlas en serio. Puedo decir, sin
embargo, que me gustaría experimentar con otros géneros, como el
histórico, el fantástico o el infantil. También tengo en mente
algo relacionado con la Guerra Civil española, un tema que me
interesa sobremanera; pero tendría que meditarlo mucho antes de
lanzarme a escribir sobre ello.
¿Cómo ves el actual
panorama literario español?
Lo veo difícil, aunque
no tan negro como puede parecer. Se juntan varios factores: por un
lado, la cultura se valora cada vez menos en España. Es triste
decirlo, pero la sociedad y el sistema educativo se están empeñando
en fomentar las ciencias y desechar las humanidades, que son
consideradas inútiles e innecesarias. Al sistema le interesa una
población que no piensa, y lo está consiguiendo: se está creando
una legión de jóvenes sin ninguna inquietud cultural ni moral. Yo
recuerdo que cuando era pequeño me interesaban gran cantidad de
temas: las civilizaciones antiguas, el Titanic, el Holocausto… A
día de hoy no veo a los niños interesados en nada. No podemos
dormirnos: nuestro deber es enseñar a las nuevas generaciones el
valor de la lectura y la cultura en general. Por otro lado, la
democratización de la escritura y de los medios para publicar un
libro están provocando un exceso de escritores y títulos
disponibles. Eso está muy bien, pero en un país donde se lee bien
poco, no hay suficientes lectores para procesar tanta oferta. Eso se
traduce en que muchos escritores y novelas pasan desapercibidos en el
mercado. Pero bueno, no todo está perdido ni mucho menos. Si eres
escritor, lo que tienes que hacer es preocuparte de escribir lo mejor
que puedas y crear historias que logren conmover al público… y
aprender cómo funcionan los entresijos del mundo editorial, por
supuesto. Es difícil, pero no imposible. Como todo en esta vida, el
secreto está en aprender qué piedras del pantano son las que se
pueden pisar para llegar felizmente al otro lado.
Ya terminando, ¿esta
entrevista te ha parecido divertida o aburrida?
¡Muy divertida! Tan
divertida como acariciar un pezón con un cuchillo. Es la primera
entrevista que me hacen, así que ha sido todo un honor.
Y ya para terminar,
¿puedes mandar un saludo a nuestros lectores?
¡Por supuesto! Un saludo
afectuoso para todos los lectores, y gracias por este rato juntos. De
corazón.