¡Saludos,
lectores!!!! Estamos en una nueva entrevista para preguntas con arte,
en este caso con la ilustradora Ana del Valle. ¡Hola, Ana! ¿Puedes
presentarte tú misma para que nuestros lectores puedan conocerte?
¡Muy
buenas! Pues nada, mi nombre es Ana, y soy ilustradora y diseñadora
freelance.
Llevo ya
unos añitos dedicándome a esto. Para mi el pistoletazo de salida
fue hacer el cartel del 2º Expomanga de Madrid, en 2003. Desde
entonces no he parado, aunque sí combinado el dibujo con mis
estudios y trabajos por cuenta ajena. Hoy en día también me dedico
al diseño gráfico y web, y estoy aprendiendo a animar y hacer 3D.
¡Esto es un no parar! ;)
Si
alguien quiere saber más de ti, ¿dónde puede informarse?
En
principio, lo más sencillo sería visitar mi página web,
www.anadelvalle.com,
pero también le invitaría a visitarme en las redes sociales o
incluso tomarnos una cerveza. Siempre hay excusa para una cerveza
fresquita ;)
Háblanos
un poco de tus influencias. ¿Qué ilustradores te gustan y tomas
como referencia?
Puf,
muchísimos… mi autor fetiche y culpable de que me decidiese a
meterme de lleno en este mundillo es Rui Araizumi, el dibujante del
manga Slayers. Pasé horas y horas contemplando sus libros de
ilustraciones, y mi cuarto estaba empapelado con posters de sus
personajes. Hoy en día me inspiran diversos autores, especialmente
con tintes más realistas como Charlie Bowater, Daniela Uhlig, Loish,
Serge Birault… entre otros muchos a los que sigo en Instagram,
Facebook o Tumblr. Aunque me sigue gustando mucho el manga y el
anime, he ido abriendo las miras para conocer muy diversos estilos de
arte, e ir conformando mi propio estilo.
En tu web
vemos que cultivas dos estilos: “pictórico” y “cómic”.
Háblanos del primero.
Pues… lo
llamo pictórico a falta de un término mejor. Es mi estilo realista,
en el cual trabajo a base de brochas y trazos digitales. Con ello
trato de crear seres que, aunque con cierta estética de cómic,
evoquen seres reales. Es un estilo que lleva mucho tiempo y trabajo,
así como la necesidad de ciertas referencias, ya sean fotográficas
o mediante espejo, con el fin de conocer realmente los volúmenes y
poder deformarlos a mi gusto. Me gusta sobretodo hacer seres mágicos,
crear entes de leyendas. También suelo llamar a las ilustraciones en
este estilo pin-ups, ya que la mayoría son de mujeres o entes
femeninos, y suelen recordar las poses y referencias de las antiguas
pinup de la primera mitad del siglo pasado.
Coméntanos
ahora en qué consiste el estilo cómic.
Este es más
divertido y pachorrón. Es un estilo más rápido, ágil, con líneas
y tintas más bien planas y marcadamente digitales. Lo utilizo
sobretodo para dar vida a bichillos extraños, o cuando me apetece
dibujar pero no tengo mucho tiempo para ello.
En el dibujo
anterior (pictórico), trabajo principalmente mediante mancha:
relleno superficies de color y voy dando volumen poco a poco a base
de oscurecer y aclarar, tratando de crear texturas más orgánicas y
naturales. El trabajo en el estilo cómic es totalmente diferente;
empiezo con un dibujo a línea (en papel o soporte digital), lo
entinto y lo coloreo, ya no tratando de emular una pincelada, sino
con colores brillantes y planos. Es un estilo más juvenil y
desenfadado, y me lo paso muy bien con él. Tendríais que verme la
cara cuando los dibujo, porque suelo adoptar las expresiones del
personaje mientras las hago. La gente que me ha visto ilustrando dice
que soy un show.
¿Por qué
has elegido estos dos estilos para orientar tu carrera?
Digamos que
son dos puntos de una línea: el realismo puro y la caricatura
extrema, y trato de moverme en toda la gama intermedia. Puedo hacer
dibujos de estilo cómic con pinceladas, o pinups de línea realista
con tintas planas. Realmente no son dos estilos marcadamente
diferentes, sino un abanico muy grande entre cuyos extremos me muevo,
y sobre el papel he decidido separarlos más por comodidad a la hora
de hablar con el cliente que por otra cosa. A la hora de trabajar no
me convencen ni la deformación extrema ni el puro realismo (eso no
quiere decir que no me puedan gustar en otros autores, pero no son lo
mío), sino la gama intermedia con la que se puede jugar, creando
criaturas de suave armonía con toques extraños e inventados. Es ahí
cuando me lo paso pipa trabajando.
A la hora
de la verdad, ¿con cuál de los dos estilos te gusta más trabajar?
Como te
comentaba, no tengo en sí uno favorito, sino que me gusta
combinarlos, o tirar hacia uno u otro según el tiempo y las ganas.
Aunque es verdad que, a la hora de recibir encargos, me es más fácil
trabajar con el estilo cómic. El estilo pictórico me pide más de
mi misma, me exige estar a los mandos, y el cliente no siempre te
deja hacerlo, ya que a menudo es él quien quiere definir el dibujo a
través de tus dedos, y aunque es algo que entiendes, a veces se hace
incómodo y puede quitarle magia y pasión al proceso… es una pena,
pero creo que también es parte del proceso creativo. Al final los
dibujos realmente buenos son los que disfrutas, porque acaban
teniendo una parte de ti.
Además
de ilustración también haces diseño gráfico. ¿Qué diferencia
hay entre el diseño gráfico y la ilustración?
El diseño
no tiene por qué incluir dibujo ni figuras. Estaría más orientado
a la maquetación, la creación de iconos, la elección de colores,
tipografías, espacios… aunque es cierto que tienen algunos puntos
en común, son dos ramas separadas, y la mayoría de autores se
deciden por una o por otra. Pero yo soy una petarda y me gusta
hacerlo todo, si siempre hago lo mismo me acabo aburriendo ;)
Una de
las cosas que más me llama la atención de ti es que eres formadora.
¿De dónde sale tu vocación por enseñar?
Realmente
desde muy pequeña. Siempre me ha gustado enseñar, y muchos me han
dicho que es algo que me sale de forma natural (entre tu y yo, a
veces me hacen dudar ¿y si en realidad piensan que soy un poco
mandona? (risas). Hace varios años di clases en bibliotecas y
escuelas de dibujo como la C10, en Madrid, pero la hora de la verdad
llegó cuando entré a trabajar en Apple. En seguida me di cuenta de
que lo que quería hacer en esa empresa era enseñar, y he estado los
últimos años formando como Creativa con ellos. Finalmente hace unos
meses decidí dejarlo y dedicarme 100% a mi carrera freelance, pero
ha sido una gran experiencia que ha dejado una huella enorme en mí.
Sin duda ha sido una de las mejores aventuras que he vivido, y me
gusta continuar con ella dando clases particulares o ponencias
ocasionalmente.
Cuéntanos
alguna anécdota divertida de tu faceta de formadora.
Pues… algo
que aprendí trabajando en Apple, es a enseñar incluso cuando tu no
sabes algo. Alguna vez me actualizaron una aplicación sin avisar, o
me tocó dar una clase de algún tema que no dominaba (como las de
música. Ohdiosmio, que miedo cuando me tocaba enseñar algo de
música). Al principio te puede entrar el sudor frío del “a ver yo
cómo salgo de esta”, pero entonces sólo debes responder con una
pregunta al alumno: “¿y tu cómo lo harías?”. No es trivial, y
es una pregunta que utilizamos constantemente para temas que nos
sabemos hasta con los ojos cerrados. Ayuda al alumno a aprender a
desenvolverse, a buscar soluciones y a perder el miedo… ¡y además
te permite salir airosa!. La dificultad estaría en que no se te note
que, en ese caso, estas más perdida que él (risas).
Aprovecho
para asegurar que cuando doy clases particulares relacionadas con la
ilustración o con el diseño, me sé todo lo que enseño (risas).
Pero es realmente útil, te permite que, domines o no el tema, puedas
seguir adelante y hacer que tu alumno aprenda y se lleve algo a casa
con él. Fueron clases divertidas en las que ambos aprendimos algo
nuevo. Lástima que en clase de dibujo no se pueda utilizar tan
alegremente (risas).
¿Qué
consejo darías a una persona que quiere empezar o está empezando en
el mundo de la ilustración?
Que no se
rinda. Es un trabajo precioso, pero en el que es complicado moverse.
Por supuesto, esto dependerá de cada persona, pero en el mundo en el
que vivimos, con tanto feedback externo constante, es fácil venirse
abajo. Antes tenías a las editoriales que te decían si querían o
no tu trabajo, lo cual ya podía animarte o hundirte, pero hoy en día
estás expuesto al mundo entero, que puede opinar libremente,
estimulándote, siendo tremendamente cruel, o (personalmente lo que
peor me sienta) directamente ignorándote. Debes encontrar la fuerza
interior par creer en ti y en lo que haces, y seguir luchando cuando
el viento sople en contra. Cuando todo va bien, las editoriales te
llaman, las empresas te contratan y la gente adora tu trabajo, es
fácil estimularte y seguir, pero hay que encontrar las fuerzas para
continuar cuando el viento no sopla tan firmemente a tu favor. Es
además un trabajo muy solitario, por lo que la automotivación tiene
aún más importancia. Pero cuando da sus frutos, dudo que haya
trabajos más satisfactorios y realizadores que el creativo.
Eres
licenciada en psicología, una carrera que, a priori, poco tiene que
ver con la ilustración. ¿Te ha ayudado el ser psicóloga a la hora
de dibujar, quizás para entender mejor lo que busca el cliente?
Yo creo que
sí, aunque no la estudié por ese motivo. Todo lo que aprendes y
forma parte de ti influye en tu trabajo. En mi caso, quizá me ayude
a saber reflejar mejor algunos sentimientos o reacciones, o como
dices a sintonizar con el cliente -aunque hay algunos con los que es
sumamente difícil (risas)-. Como digo, todo influye. Ser psicóloga
me aporta ciertos conocimientos y experiencias como persona, y por lo
tanto también lo hace con mi creatividad y mi trabajo. Pero lo mismo
me pasaría si fuese veterinaria o ingeniera. En un proceso tan
íntimo y personal como lo es el creativo, todo influye.
Una de
las cosas que más me han llamado de tu web es que hayas elegido un
pulpo como “mascota virtual”. ¿Por qué elegiste este animal?
¡¡Porque
son genialeeees!! Jajaja.
La
razón más evidente seguramente sea la de los tentáculos, que
serían una metáfora de mi misma, con todo lo que me gusta hacer.
Hay patas para mi trabajo (ilustración, diseño, animación, web,
formación… no hay mucha gente que oferte tantas disciplinas),
estudios (psicología, filosofía, diseño, marketing…) y vida
personal, que tampoco es trivial. Otras razones por las que me
fascinan son su tremenda inteligencia, su capacidad para
desenvolverse en diferentes medios y situaciones, para camuflarse…
¡Y escupen tinta! Eso es un puntazo. Y me encantan las ventosas, son
un invento maravilloso y poco habitual en el mundo animal. Además,
una curiosidad que no todo el mundo conoce es que tienen tres
corazones (siguiendo con la metáfora que te comentaba, uno para el
mundo visual, otro para el intelectual y el último para el
personal). Y caray, es que encima están ricos, sobretodo a la
gallega…
Pero para
qué mentir, probablemente el motivo definitivo para elegirlo como
mascota es que me chifla dibujarlos (risas)
Ya
terminando, ¿esta entrevista te ha parecido divertida o aburrida?
Me lo he
pasado genial haciéndola, muchísimas gracias por contar conmigo y
por querer compartir un poquito de mí y de mi trabajo con el mundo.
Ha sido un auténtico placer.
Y ya para
terminar, ¿puedes mandar un saludo a nuestros lectores?
¡Les mando
saludos, besos, abrazos y pulpos para tod@s!
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