Buenas a todos, estamos en la
segunda entrevista de Preguntas con arte, en este caso con la modelo
Deborah Rivas, quien amablemente se ha prestado a respondernos.
Bueno, ante todo, hola Deborah,
seguramente muchos de los que nos leen no te conocen así que,
¿podrías presentarte y contarnos un poco quién eres?
¡Buenas tardes y gracias por la
entrevista! Por supuesto, Carlos. Me llamo Deborah, vivo en
Barcelona, tengo casi 26 años y trabajo como modelo. En mi caso,
concretamente soy modelo plus-size o de tallas grandes, especializada
en temática alternativa y artística.
Hazte un poco de publicidad, si
alguien quiere contratarte, ¿cómo puede contactar contigo?
Ahora mismo, tengo mi fan-page
(https://www.facebook.com/deborahrivasplussize),
donde podéis ver mis novedades y trabajos de manera inmediata, en la
página de una de mis agencias
(http://modelyourcurves.com/?model=debora-l)
y una pequeña página web
(http://deborahrivasplussize.wix.com/nexusplusmodel).
En estos momentos está en proyecto una web oficial con diseño y
dominio propio, así que espero poder enseñárosla en breve junto a
alguna sorpresa más.
Genial, esperamos ver esa web
pronto. Háblanos un poco de tus gustos dentro de tu profesión, ¿con
qué fotógrafos te ha gustado o te gustaría trabajar?
Cuando te introduces en un mundo tan
complejo y difícil como al que me dedico yo, cada mano amiga que
encuentras en el camino te ayuda a seguir, a no rendirte. Con esto
quiero decir que no soy capaz de escoger porque cada uno de ellos me
ha ofrecido una experiencia única con la que he crecido como
profesional, y eso tiene un valor incalculable. Y la verdad es que he
tenido la suerte de trabajar con grandes profesionales, porque de
cada uno de ellos he aprendido valiosas lecciones. Respecto a mis
proyectos futuros, me encantaría empezar a moverme fuera de las
fronteras. Creo que hay un interés por las modelos de talla grande
que aquí no hemos alcanzado todavía, con lo que a día de hoy me
estoy embarcando en toda una aventura.
¿Qué fue lo que te impulsó a
meterte en este mundillo?
Como siempre digo cuando me lo
preguntan, fue un cúmulo de circunstancias que nada tiene que ver
con que me guste la moda. Más bien, en mi caso, llegué gracias a la
pasión que siento por el arte en todas sus variantes, mi curiosidad
(nunca paro quieta y me encanta aprender de todo) y las ganas de
superarme día a día. La fotografía es, ante todo, otro campo en el
que expresarme y eso siempre me atrae. El hecho de trabajar en un
proyecto (ya sea moda, alternativo o artístico) diferente en cada
ocasión, también le da ese punto de cambio constante que tanto me
gusta en mi vida. La monotonía no me seduce precisamente. Imagino
que es por esto que mi campo predilecto es el del arte y el
alternativo, en especial el primero, donde ahora mismo encuentro mi
refugio, tanto por el ambiente y la libertad que se respiran como por
la afinidad que siento.
Empecé en sesiones ocasionales de
amigos cuando tenía 16 años y a la edad de 20 cursé estudios como
modelo de tallas grandes en una agencia de Barcelona. Tres años más
tarde, una agencia especializada de Madrid me fichó y ahí fue
cuando me puse en serio. Después de 2 años y una cantidad
considerable de experiencia puedo decir que en estos momentos estoy
en varias agencias, he desfilado y hecho catálogos para marcas de
ropa, varias de mis fotografías se han expuesto, estoy en vías de
realizar cursos para modelos y fotógrafos en la zona de Barcelona y
a menudo trabajo para artistas y alumnos en academias. ¡Es increíble
lo que me ha pasado! Hay días que ni me lo creo. De lo que estoy más
orgullosa es de todas esas personas que me apoyan y siguen mi
trabajo, que comentan y que me envían mensajes, a veces incluso para
buscar palabras en las que sentirse mejor, porque eso me hace ver que
gracias a mí muchas chicas se han animado a verse mejor, a aceptarse
e incluso a hacer algunos pinitos en el mundo de la fotografía. De
verdad que es gracias a todos que sigo adelante y busco nuevos
proyectos.
¿Qué es lo que más te gusta de tu
trabajo?
La versatilidad y la capacidad de
crear, de transmitir y de darle vida a un proyecto. Aprendes no solo
de la profesión, sino de cultura en general porque hay una base de
documentación y de búsqueda de materiales para la mayor parte de
las sesiones. He aprendido sobre simbología, fotografía básica,
maquillaje, retoque digital, pintura, moda, televisión, tejidos...
Un buen montón de conocimientos que tarde o temprano seguro que
utilizaré. También he conocido y conozco a gente maravillosa a raíz
de mi trabajo, y me siento orgullosa de poder ayudarles en el momento
en que tienen una idea en la cabeza y quieren proyectarla, ya sea en
una fotografía o en un cuadro. Es fantástico y, al mismo tiempo, te
sientes orgullosa del trabajo final y de ver evolucionar a cada
artista en su ámbito.
¿Y lo que menos?
Se podría decir que hay una
competencia excesiva y a menudo no demasiado amistosa. Si bien puede
ser un buen detonante para mejorar, en algunos momentos y con ciertas
personas es una guerra encubierta. No todo el mundo compite de la
misma forma ni con las mismas armas. El trabajo no abunda en general,
y menos aún en profesiones que requieren de contactos, aptitudes y
estar en el momento y lugar adecuados. Por otro lado y muy
relacionado con lo anterior, es un mundo en el que has de estar
siempre ahí, 24 horas al día, y requiere de un esfuerzo y de un
trabajo de lunes a domingo, sin descanso. La gente ve una sesión, un
proyecto, y piensan que es cuestión de 3-4 horas un día, pero en
realidad tras esa fotografía puede haber semanas o meses de
preparación. Aún siendo apasionante hay veces que resulta
abrumador.
En tu trabajo has tenido que llevar
múltiples estilismos, ¿con cuál o cuáles te quedas y por qué?
Mmm, difícil respuesta. Con todos y
con ninguno en concreto. Primero, porque me encanta probar diferentes
facetas de mí y segundo porque no quiero encasillarme. Se podría
decir que me siento más cómoda en la moda alternativa y en la
fantasia, porque de alguna manera son mis gustos, pero también adoro
poder probar estilos que de otra forma no me atrevería.
En algunas de tus fotos has
representado al personaje de Neil Gaiman Muerte, de los Eternos. ¿Te
gusta el cómic? ¿Crees que puede ser una buena fuente de
inspiración para sesiones y modelaje o por el contrario, crees que
con los cosplays y similares se está contaminando el sector?
¡Me encanta el cómic! Crecí con los
míticos tebeos que se publicaban en nuestro país (Mortadelo y
Filemón, 13 Rue del Perceve, Astérix y Obelix, etc) y con la edad
me volví una adicta a los libros de ilustración, a la literatura
clásica y la gótica u oscura. En el último año me he puesto más
seria en cuanto a la fantasía y el cómic. Es más, en estos
momentos tengo en mi mesita de noche V de Vendetta, Maus, Fables y,
evidentemente, Sandman, para pasar un poco mejor el verano. Es un
mundo que estoy disfrutando de una manera más madura ahora que hace
unos años ,y es por eso que creo que es donde más me refugio.
Aunque, la verdad, adoro leer y pocas veces tengo en cuenta el
género.
Me preguntas también si puede ser una
fuente de inspiración. Por supuesto. Yo diría que cualquier
influencia puede serlo. Poesía, pintura, literatura, música, cómic,
vivencias personales... Lo que vivimos, lo que sentimos y
experimentamos se queda dentro y ahí es donde empieza la chispa de
la creación. La fotografía, como medio visual y y artístico que es
está sujeto a una creatividad: sesiones de cosplayers, sociales,
artísticas, de fantasia, moda... Para mí, todo aquello que
enriquezca vale la pena como punto de partida a la creación, ya sea
rol, cómic, música clásica o un paseo por la playa.
Se habla mucho de modelaje
alternativo y convencional, ¿qué distingue uno del otro? ¿Qué
artistas y modelos te gustan de cada sector?
¿Sabes ese fenómeno que se da en el
arte, que a veces no puede etiquetarse ni ordenarse? Pues pienso que
a día de hoy es un poco lo que está pasando. Para la gran mayoría,
el modelaje alternativo es aquello que sale de los esquemas que se
establecen como “normales”. Pero, claro, últimamente es común
el fenómeno Suicide Girl, los hombres y mujeres con tatuajes y
piercings, los colores de fantasía, la ropa alternativa... Entonces,
¿cómo lo diferencias? Los estándares se están revirtiendo y es
todo un desafío dar un significado a “alternativo”, al menos
desde mi punto de vista. Desde el de otra persona, imagino que la
modelo alternativa es aquella cuya estética se salga de lo común,
dando lugar a una etiqueta propia dentro de la fotografía.
A tu juicio, ¿qué requisitos debe
reunir un buen modelo?
Saber transmitir con el lenguaje
corporal, para mí ese es el pilar. Miedo, tristeza, alegría,
fuerza, sensualidad... Es por ello que muchos profesionales (entre
ellos, incluso yo misma), aconsejamos ir a clases de interpretación.
Posar ante la cámara es hacerlo en unos segundos en los que has de
estar estático, al mismo tiempo que la pose que realices (tanto si
es aprendida como no) debe resultar natural y adecuada para el tipo
de trabajo que realices. Otros requisitos son ser educado, tener
empatía para entender y transmitir lo que el cliente/fotógrafo
quiere que se vea, tener espíritu de superación, aceptación de la
crítica, fotogenia y naturalidad ante la cámara.
Eres lo que se denomina una modelo
de tallas grandes, todos sabemos el rechazo social que sufren las
personas que no cumplen ciertos cánones, ¿has sufrido esto en tu
trabajo?
Para empezar, hay puertas que JAMÁS se
me abrirán y muchos fotógrafos, estilistas e incluso maquilladores
se han negado a trabajar conmigo en el plano de la fotografía. En un
mundo donde hay un tipo de belleza preestablecido, es una lucha
continua. Por el contrario, mi trabajo en el arte me ha abierto las
puertas totalmente sin importar nada más, porque no se posicionan en
un único molde. Hace unos días, incluso publiqué algo que pensaba
que no haría, pero tras dos años sufriéndolo, me he cansado. Me
refiero a que hay incluso una discriminación dentro del mundo
plus-size, curvy o de tallas grandes.
Es terriblemente irónico. Un
movimiento que lucha por la aceptación de todos los cuerpos te dice
que eres modelo de tallas grandes si lo eres en la medida en la que
entras dentro de un patrón, sin importar si se llama “normal”,
“alternativo” o “plus-size”. El nombre no importa, eso solo
quiere decir que entrará quien siga las medidas y los requisitos que
X establecerá dentro de cada uno. En mi campo, por ejemplo, puedes
olvidarte de ser una modelo de tallas grandes para empresas textiles
si pasas de la talla 44-46, porque aquí no quieren eso, por mucho
que en otros países esté aceptado. Incluso ya hemos llegado al
límite de que se piden modelos de talla grande con una 40 en
catálogos de moda en España. Así que he llegado a la siguiente
conclusión: soy modelo. El resto no me importa.
¿Qué crees que se debería hacer
para concienciar a la sociedad de que acepten que la belleza no solo
está en el físico?
Es un problema grave y las soluciones
pasan por dos tipos de solución, la que recae en manos del individuo
y la de las empresas. Si gran parte de la población sigue pensando
que el físico y el atractivo lo son todo, y viven por y para ello,
¿de qué sirve que se hagan campañas y se intente concienciar? Las
empresas aprovechan el filón y se llenan los bolsillos a costa de
campañas cada vez más agresivas, en las que se llegan a utilizar
métodos poco éticos. Gran parte de la sociedad sigue esos
dictámenes y no se para a valorar nada más, cuando es
responsabilidad nuestra no dejarnos manipular. Lo peor es que en
estos momentos gran parte de la riqueza se basa en la adoración de
la belleza y en nuestra mentalidad acerca de la misma. ¿Hasta qué
punto vamos a tolerar que el físico sea más importante que
cualquier otro parámetro? Es una gran pregunta en un momento en que
los jóvenes y niños ya piden antes una operación estética que un
juguete o un libro. Hay tantos tipos de belleza como de ojos que la
ven, con lo que no todo es el físico ni nos deberíamos pensar que
es así.
Parece que se ha atribuido la
responsabilidad a los padres de educar a sus hijos sobre la
aceptación de cualquier tipo de físico, pero ¿crees que se debería
potenciar esto desde dentro, mostrando modelos no tan extremadamente
delgadas en las pasarelas, por ejemplo?
Creo que debemos concienciarnos de algo
tan básico como que hay todo tipo de cuerpos, incluso aquellos que
son delgados por naturaleza. Siempre se abre la misma discusión
acerca de que no se debería ni enseñar cuerpos demasiado delgados
ni todo lo contrario, porque fomentan enfermedades. Debo decir, antes
que nada, que esas enfermedades se fomentan en el mismo momento en
que por un motivo u otro se siente una presión para alcanzar ciertos
ideales de belleza. Es en ese punto donde afloran las enfermedades,
en el momento en que tienes que dejar de ser tu mism@, modificar tu
cuerpo hasta la enfermedad, por entrar en unos pantalones o por ser
aceptado social y laboralmente.
En lo personal, yo he vivido la
anorexía, he vivido la bulimia, he vivido muchas enfermedades de ese
tipo por intentar que otros me quisieran y, fíjate, así solo
conseguí destruirme. La naturaleza nos ha dado diferentes cuerpos,
diferentes maneras de ser, y no deberíamos renunciar a ellas porque
la moda, por ejemplo, nos diga que eso no debe ser así. Cada cual
sabe de su salud, cada cual sabe sus analíticas y su estado, con lo
que ni yo ni nadie debemos estar obligados a ir con un cartel pegado
a nuestra frente donde diga que, aunque estemos excesivamente
delgados/gordos, tenemos buena salud. Debemos respetar, ni más ni
menos, porque nadie, excepto la propia persona, debe obligarnos a
ser/hacer lo que no queremos.
Y otro punto es aquel de “si eres
modelo, eres el ejemplo de la sociedad”. Craso error. La moda se
inventó esa patraña para crear la necesidad de ser como sus chicos
y chicas y vender. Soy modelo porque mis aptitudes, mi actitud y mi
físico encajan en un trabajo. No hay más. Eso no quiere decir que
la sociedad deba seguirme. En esta profesión se requieren modelos
para diferentes trabajos y con diversos aspectos, en especial en
publicidad, por lo que gracias a eso podemos ver modelos diferentes
pisando fuerte. Ejemplos de ello son Tess Holliday, Winnie Harlow,
Carmen Dell'Orefice o Madeline Stuart.
Cuéntanos como es una sesión
fotográfica normal, porque seguro que no es tan glamourosa como se
ve desde fuera...
Glamurosa o no, lo que sí puedo
decirte seguro es que es una jornada dura. Te comento que por norma
general las sesiones se preparan con antelación, por lo que el mismo
día que se queda para hacer las fotografías cada uno sabe cual es
su papel y tengo algo claro que el resultado es fruto del trabajo en
equipo. Cuanta más comunicación y entendimiento hayan, mejor
resultará el trabajo. Ya te adelanto, también, que cuando hay
sesión se madruga mucho y a menudo sabes cuando empiezas pero no
cuando acabas. En mi caso he de llegar al lugar de trabajo duchada,
con el pelo lavado y seco, descansada y desayunada. Como añadido, yo
siempre voy con una maleta de material para posibles emergencias
(agua, comida, algo de maquillaje, pinzas del pelo...) y habiéndome
estudiado la temática de la sesión y cómo llegar al sitio,
teniendo en cuenta que la zona de trabajo puede variar mucho por lo
que a veces hay que desplazarse incluso a zonas apartadas de la
ciudad. La puntualidad es la clave, porque el tiempo corre y si te
atrasas el resto de equipo no puede trabajar, por lo que recomiendo
llegar un rato antes para evitar prisas, estrés y una pérdida de
dinero para el cliente.
En ese momento empieza la jornada de
maquillaje, peluquería y pruebas de vestuario. Una media de horas de
sesión suele oscilar entre tres y seis, a veces incluso más. Dentro
de ese horario se cuenta un mínimo de hora y media o dos para
maquillaje y peluquería, y si pensamos en fotografías con
maquillajes y peinados espectaculares, ve sumando. Después vienen
los cambios de ropa, las pruebas de luz que hace el fotógrafo una
vez ha montado el equipo y los primeros minutos, en los que como
modelo te vas adaptando al ritmo de trabajo de la persona tras la
cámara. Se llevan a cabo unas dos horas o más de sesión,
dependiendo de varios factores como cambios de ropa o make-up, luces,
encuadres, repetición de poses, preparación de material
adicional... En exterior la cosa se complica. La luz no puede
controlarse, los cambios se realizan normalmente en alguna zona
tapada pero al aire libre, se cambia de localización, etc. Las
sesiones que llevan más tiempo suelen ser catálogos de ropa y
editoriales. Una vez ha acabado la sesión, se hace una valoración
del trabajo, se recoge el material y yo opto por tomarme un respiro
hablando con el resto del equipo, si hay la oportunidad. Ese es el
momento en que sabes que todo el trabajo hecho ha valido la pena.
Cuéntanos alguna anécdota
divertida que hayas tenido en alguna sesión
Divertidas no sé, curiosas un rato. En
una de las editoriales que hice eramos un grupo de chicas en ropa
interior. La hicimos en una tienda de interiorismo que daba
directamente a la calle, con un escaparate de cristal que dejaba ver
lo que estábamos haciendo dentro. Recuerdo a los vecinos mirando
desde la calle y a más de un hombre (y dos y tres) que se quedaban
mirando y la mujer tenía que apartarlos de allí, carrito de bebé
incluido. Luego vinieron unos señores mayores a mirar el espectáculo
y casi a quedarse. Nosotras nos lo tomamos a risa, pero menuda
situación.
En otra ocasión hicimos una sesión en
un parque al lado de un centro comercial. A última hora nos falló
un lugar de trabajo para maquillarnos y cambiarnos, con lo que
tuvimos que prepararnos (es decir, maquillaje, peluquería y cambio
de ropa) en un lavabo que nos cedió el centro comercial. Éramos 6
personas, con cuatro maletas, en un lavabo para discapacitados. En
ese momento, para colmo, yo estaba embarazada y no había manera de
no tropezarse con todo.
Y por último, un mes y poco más antes
de nacer mi hijo, me propusieron una sesión de bellypainting, que
consiste en hacer una maquillaje sobre la barriga de una embarazada.
Mi hijo siempre ha sido movido pero ese día las tenía, así que
cada vez que la maquilladora le pasaba el pincel en una zona, mi hijo
empezaba a darle patadas moviendole hasta el pincel. En más de una
ocasión mi amiga tuvo que parar. A día de hoy esa amiga cada vez
que ve a mi hijo pide una fotografía de él para enseñar cuánto ha
crecido a la fotógrafa y a quien pregunte, y le cuenta la historia a
todo el mundo. Es genial.
¿Cómo te ves dentro de diez años?
Siendo modelo, ¿te atrae la fotografía, te gustaría ponerte detrás
de la cámara en vez de delante?
Dentro de diez años espero
estabilizarme en alguna otra profesión en cuanto pueda volver a mis
estudios, porque sé que el tiempo en el que puedes dedicarte a ser
modelo es corto comparado con otros trabajos. Es por ello que me
gustaría seguir con esta profesión, si todo va bien, pero también
encontrar alternativas para avanzar y saciar mi curiosidad. No paro
quieta mucho tiempo y a nivel personal ya te digo que voy de un lado
a otro, siempre buscando retos. Quizás hace años sí que me planteé
dedicarme a la fotografía pero no ha pasado de ser un simple hobby
con el que, como máximo, hago las fotografías de las visitas
culturales o de viajes que hacemos en casa.
Ya para terminar, ¿esta entrevista
te ha parecido divertida o aburrida?
Interesante. Han surgido preguntas que
en anteriores entrevistas no me habían hecho y eso siempre se
agradece.
¿Puedes mandar un saludo a los
lectores de Palabras con arte?
Muchas gracias a todos los lectores y
en especial a ti, Carlos, por la oportunidad. En cuanto a los
lectores, si tenéis cualquier duda estaré encantada de responderla,
ya sea a través de mis páginas de contacto como del blog Preguntas
con arte. ¡De nuevo muchas gracias por leerme y un besazo para
tod@s!
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