¡Saludos, lectores! Bienvenidos a una nueva entrevista para la revista digital Entretanto magazine y el blog Preguntas con arte. Estamos con Pablo Rodríguez, autor de la novela “Banti”. ¡Hola, Pablo! Preséntate tú mismo para que nuestros lectores puedan conocerte.
¡Hola! Soy Pablo Rodríguez, vivo en Leganés, Madrid, y desde muy joven he sentido pasión por los cómics y los libros de género, lo que me animó a dibujar mis propias historietas desde los seis años. Después me atreví también a escribir relatos, y poco a poco fui aprendiendo ambas disciplinas, de forma autodidacta, llegando a publicar algún cuento e ilustraciones en fanzines y plataformas digitales. En 2008 gané el Concurso de Ilustración de Leganés en la categoría de autor local. Posteriormente comencé a autoeditarme los cómics Justiciero Nocturno y la serie Likantro, y entré a formar parte del colectivo de autoeditores NEUH. En 2022 participé como dibujante en la antología benéfica Paz de la editorial Serendipia y este año 2023 se ha publicado mi primera novela, Banti, en la editorial Con Pluma y Píxel.
Si alguien quiere saber más de ti o de tu proyecto, ¿dónde puede encontrar información?
Puede escribirme al correo o seguirme en facebook, donde voy actualizando información de mis proyectos y los eventos en los que participo. También tengo página de autor en Tebeosfera y en NEUH:
pablomrh@gmail.com
www.Facebook.com/pablomarianorh
https://www.neuh.es/autor-catalogo/pablorodriguez/
https://www.tebeosfera.com/autores/rodriguez_hernandez_pablo.html
Antes de meternos en harina y hablar de “Banti”, vamos a repasar un poco tu vida. Eres un artista multidisciplinar, no solo escribes sino que también dibujas cómics. Háblanos un poco de esta faceta.
Hasta donde recuerdo, en mi casa siempre ha habido tebeos, de Bruguera, Vértice, los de Disney, y he crecido con ellos. Era natural que en un momento dado me diese por hacer mis propios dibujos e historias. Mis primeros referentes fueron Jan e Ibáñez, pero según pasaron los años descubrí los superhéroes y a Kirby, Buscema, Byrne y otros, que se convirtieron en mis dibujantes favoritos. Luego llegaron Corben, Niño, Mignola, y más, el cómic europeo y el manga, y mi estilo de dibujo evolucionó tomando características de todos ellos, en mayor o menor medida. También aprendí a colorear con técnicas tradicionales, aunque ahora suelo utilizar herramientas digitales, por rapidez. Actualmente sigo aprendiendo (¿alguna vez dejamos de hacerlo?), espero que para mejor, aunque eso tendrá que juzgarlo el lector.
Entre tus obras se encuentran los cómics “Likantro” y “Justiciero nocturno”. Cuéntanos de qué van.
Justiciero Nocturno nació como una serie de chistes que parodiaban los superhéroes y que publiqué inicialmente en mi propio blog, para pasarlo poco después a la web Subcultura. Rápidamente evolucionó hacia una aventura con misterios y acción, sin dejar el humor, completando un total de 48 páginas a color. Trata de un tipo corriente, algo torpe e ingenuo, que ante las injusticias que observa en las noticias decide convertirse en un superhéroe como los de sus cómics. Lógicamente es un absoluto desastre, pero va conociendo otros personajes y descubriendo intrigas a su alrededor que le indican que hay algo grande y peligroso que crece en torno a él, y hasta aquí puedo leer. Al terminar su edición digital decidí autopublicarlo en papel, en 2017. Seguidamente comencé otra historieta, esta vez en un estilo realista, de fantasía y en blanco y negro, Likantro. Trata de un muchacho que surge de una cueva sin recuerdos de su vida anterior, y que es recibido por una pareja que se presentan como sus padres. Éstos le entrenan para afrontar un destino trascendental, y poco a poco Likantro va descubriendo su relación con los dioses de ese mundo y aprendiendo que nada es lo que parece. La historia se extiende por un total de cinco números, de los que ya están publicados cuatro. Al igual que Justiciero, tuvo primero una edición digital en Subcultura y después en físico mediante autoedición.
Ahora sí, háblanos de “Banti”
Banti es una novela corta que se desarrolla en el futuro del siglo XLI, donde ya se sabe que el tiempo tiene tres dimensiones, como el espacio, e incluso se ha inventado una máquina del tiempo. Los científicos del Instituto de Cronofísica, al escanear su futuro, descubren que un fenómeno misterioso está destruyendo la realidad, y que además retrocede en el tiempo, acercándose a ellos. Sólo les quedan semanas antes de que les alcance, y deberán ingeniárselas para asegurar la supervivencia del mundo, pero también deberán lidiar con sus problemas personales. En esta historia hay muchos conceptos científicos nuevos, de hecho al final del libro hay un glosario con todos ellos, pero también personajes atractivos con vidas peculiares y momentos de gran emotividad. Creo que he logrado un buen equilibrio entre las partes más “hard” y las más “soft”, y que en ningún momento aburre, aunque ya veremos qué opinan los lectores. En cuanto al tema de la novela, trata principalmente de que, a veces, para cambiar algo externo a nosotros, o nuestro futuro, debemos cambiar primero nosotros, y también cuestiona si la ciencia y la tecnología son suficientes para resolver ciertos problemas.
Cuéntanos cosas sobre el proceso creativo
Esta historia comenzó en 2006, cuando mi amigo Juan Sánchez Marquina ideó un cómic titulado Timechasers sobre viajes en el tiempo. Yo le propuse escribir un relato con sus personajes, pero el cómic se canceló con un solo capítulo publicado y el relato no fue más allá de la idea. Poco después decidí tomar esa idea y crear una historia completamente nueva, que fructificó en una versión inicial de Banti, con una extensión de relato corto. Sin saber qué hacer con ella quedó aparcada hasta 2010, cuando la recuperé y, viendo ciertas carencias, la corregí y extendí hasta alcanzar la longitud de una novela corta. Satisfecho del resultado la envío a varias editoriales, pero no fue hasta pasada la pandemia que por fin obtengo una respuesta positiva de Con Pluma y Píxel, que es la editorial que ha acabado publicándola.
¿Piensas continuarla? ¿Tendrá “Banti” segunda parte?
Banti es una historia completa, autoconclusiva, y no tendrá continuación. Sin embargo, el mundo multicronal que he creado me ha gustado bastante e inspirado para idear otras historias inscritas en él. De hecho, estoy escribiendo otra novela que se desarrolla en ese mismo mundo, aunque la historia es independiente de Banti. Espero que algún día vea la luz, pero el tiempo (nunca mejor dicho) dirá.
¿Por qué elegiste la ciencia ficción para tu debut como escritor?
Es uno de mis géneros literarios favoritos, junto con la fantasía. Los relatos de autores como Asimov, Lem, Dick, Bradbury siempre me han resultado fascinantes porque encuentro que apelan más al intelecto que a los sentimientos, al contrario que con la fantasía o el terror. Además, como interesado en los avances científicos y tecnológicos eso siempre me ha despertado la imaginación, y fue con la escritura que encontré una forma de desarrollar mis ideas.
La portada de “Banti” no es tuya, sino del ilustrador Chema de la Fuente. Háblanos de él y de cómo fue el proceso de realización.
Chema de la Fuente, además de buen amigo, es dibujante y profesor de cómic. Ha dibujado el tomo Bribones: Rumrunners para Karras y una historia de LeFay (Evoluzione Publishing), y también realizó la ilustración de portada del libro El Corazón del Dragón, de Ángel G. Ropero, publicado también por Con Pluma y Píxel. Con ese bagaje, el editor no dudó en escogerle para ilustrar la portada de Banti, y el resultado no hace sino confirmar el gran profesional que es Chema. Para llegar a la portada final Chema realizó no menos de diez bocetos diferentes, que se redujeron a tres mediante descartes, y al final se decidió combinar dos de los tres bocetos para la versión definitiva, con el espectacular resultado que podéis ver en la portada del libro. Podéis seguirle en las redes:
https://twitter.com/ChemadelaFuente
Facebook.com/DeLaFuenteArt
Te has autoeditado y has publicado con editorial. “Banti” ha sido publicada por la editorial Con pluma y pixel. Explícanos qué diferencias hay entre los dos métodos de publicación.
Muchas. Cuando te publica una editorial, tu trabajo se limita a escribir o dibujar, pero como hay un contrato de por medio, también debes estar dispuesto a atender los requerimientos de la editorial en cuanto a cambios en tu obra, y una vez publicada, estar disponible para hacer la promoción, dentro de tus posibilidades. A cambio, tu obra tiene una visibilidad enorme y llega a todos los puntos de venta del país. Mi experiencia personal con las editoriales ha sido sumamente satisfactoria, y confío en que no será la última. Sin embargo, cuando te autoeditas tú lo haces todo, escribir, dibujar, rotular, maquetar, buscar imprenta, almacenar, distribuir, promocionar, vender... Lo bueno es que no respondes ante nadie y el resultado es responsabilidad únicamente tuya. Lo peor, que el dinero que arriesgas es el tuyo, y que es muy difícil darte a conocer al público lector sin apoyo, por eso surgió el colectivo de autoeditores NEUH, del que soy parte, y con el que palío en parte la dificultad de tener una cierta distribución en todo el país.
¿Tienes algún otro proyecto en mente? ¿Algo que nos puedas adelantar?
Como apunté más arriba, estoy escribiendo otra novela de ciencia ficción que se desarrolla en el mismo mundo que el de Banti, aunque es una historia independiente de esta, y aunque hay viajes en el tiempo, es muy diferente. Podría decirse que es casi el opuesto a Banti. Espero que lleguéis a leerlo porque creo que os va a sorprender. Tengo muchas más ideas para novelas, pero hay que ir paso a paso. En cuanto a dibujar, estoy finalizando un cómic de La Orden Oscura para Carmona en Viñetas, con guion de Javier Mora, y seguido voy a realizar otro cómic para una editorial española, que debe ver la luz el próximo año. Y no me olvido de Likantro, en cuanto pueda haré el quinto y último cómic de la serie.
¿Cómo ves el actual panorama editorial español?
En general, las editoriales pequeñas, tanto de libros como de cómics, están pasando dificultades por el encarecimiento del papel y los costes de edición, algo que también sufrimos aquellos que nos autoeditamos. No es fácil llevar una editorial así, con todo lo que supone de costes fijos, y pagos a proveedores y trabajadores. Y desde el punto de vista del autor, en general éste considera que no se recompensa adecuadamente su labor, de hecho pocos pueden vivir únicamente de ella. El problema de base que veo es que estamos en un sector (literatura, y sobre todo cómic) con muy poco público, insuficiente para mantener una industria sana. Hay casos puntuales, especialmente en literatura, de autores bestsellers, pero en general en este país no se lee. La competencia de los videojuegos, las series, películas e internet es brutal, y cada vez hunde más al cómic y los libros. ¿Cómo se puede cambiar esto? No lo sé, quizá alguien más experto tenga alguna solución, ojalá sea así, pero yo la desconozco.
¿Qué consejos darías a una persona que quiera empezar en cualquiera de las disciplinas que manejas?
A pesar de la anterior respuesta, poco optimista, le diría que adelante, sin miedo. Si tienes un sueño lánzate a por él con todas las consecuencias. Si necesitas aprender o mejorar, hay libros, cursos, recursos en internet que te pueden ayudar. Conoce gente del sector al que quieres entrar. Acude a eventos donde lograr contactos. Presenta tus propuestas a editoriales, y prepárate mentalmente para recibir muchos, muchísimos “no”, antes de que te llegue un “sí”. Será duro, pero tú debes serlo aún más. Como todo en la vida, por otra parte.
Ya terminando, ¿esta entrevista te ha parecido divertida o aburrida?
Ha estado genial, pero el que espera no haber aburrido soy yo. Cuando escribo me pongo muy serio... ¡En persona soy más divertido!
Y ya para terminar, ¿puedes mandar un saludo a nuestros lectores?
¡Por supuesto! ¡Un saludo a los lectores de Entretanto magazine y el blog Preguntas con arte! Vosotros mantenéis vivo este rinconcito dedicado a las artes y eso se merece nuestro mayor agradecimiento. ¡Gracias! ¡Y gracias a Carlos Plaza por la oportunidad de darme a conocer a vuestros lectores! ¡Hasta pronto!